No es muy frecuente que las matemáticas sean el tema de una Cuarta Página de El País, uno de los foros de opinión de más prestigio en España. Creo que muchos estaremos de acuerdo con el fondo del artículo: una buena educación matemática es clave para muchas de las actividades con más proyección en este siglo. Sin embargo, parece deducirse del artículo que los grandes responsables del estado de nuestro sistema educativo somos los profesores. Y en este punto no estoy tan de acuerdo. No pretendo eludir nuestra responsabilidad, y ya escribí sobre ello aquí. Y sí, yo también conozco profesores (¡de matemáticas!) que dictan apuntes o leen el libro en clase. Pero creo que este camino nos lleva a un diagnóstico equivocado. Me parece mucho más grave el desenfoque de las matemáticas que se enseñan en demasiadas ocasiones, muchas veces por profesores trabajadores y motivados. Las matemáticas que hacen falta son las que tienen que ver con la comprensión de los conceptos y el manejo de las ideas, y no las que tienen que ver con rutinas y cuentas.
Otro aspecto que me gustaría puntualizar tiene que ver con los recortes. Desde luego, estoy de acuerdo en que es un gran error recortar la inversión en educación. Pero también creo que muchas de las cosas que se podrían hacer para mejorar la educación matemática tienen poco que ver con el dinero.
Bien el bloc i bien destacar este artículo. Pero como en la mayoría no se puede subscribir al 100 %. Además de estar de acuerdo que no todas la mejoras educativas dependen del dinero (y si no ver cómo en los centros se trabaja para que el alumnado no pague los recortes aunque el profesorado los sufra) hay otros puntos delicados. En unos momentos complejos en Catalunya estas frases, además de por falsas, no son inocentes: «El debate sobre enseñanza se centra siempre, en cada uno de los interminables procesos de “reforma” en si clase de religión sí o clase no; y si formación del espíritu nacional español, o mejor espíritu nacional catalán o cántabro.»
Muchas gracias por el comentario. Desde luego, no voy a interpretar a Garicano, pero creo que su comentario sobre la formación de los espíritus nacionales también se puede leer de forma más benévola: en las últimas reformas educativas -desde luego, demasiadas- la mayor parte del debate ha girado sobre los temas que menciona, y en particular sobre el procentaje del curriculum que fijan las autonomías – o nacionalidades-. Y creo que deberíamos hacer un esfuerzo para que el debate sobre qué matemáticas se presentan en el sistema educativo, y cómo se hace, estuviera presente en el la discusión.