El caso es que coincidió que mi hija (1º de Bachillerato) vino con la preguntita que da título a esta entrada mientras estaba leyendo este informe sobre las pruebas PIAAC, más conocidas como PISA para adultos. Uno de los datos que me han resultado más llamativos del estudio es que los resultados en comprensión lectora de los titulados universitarios españoles no son mejores que los correspondientes a titulados en Bachillerato y en Formación Profesional de algunos países (Japón, Holanda, Australia). Y escuchar la pregunta de mi hija, a la que por supuesto tuve que contestar que no lo sabía, a la vez que leía estos datos, me ha hecho atreverme a escribir sobre un tema sobre el que no tengo ningún conocimiento más allá del observador externo, y es cómo se está enseñando Lengua en España.
Hace años que estamos enredados, a todos los niveles, con el tema de las dichosas competencias. Es un debate que me parece bastante artificial, y creo que en el caso del estudio de Lengua queda meridianamente claro. En muchos países lo tienen completamente resuelto: el principal objetivo de la asignatura es que los alumnos adquieran tanto buen nivel de comprensión lectora (que entiendan lo que leen y que puedan argumentar sobre ello) como de expresión (oral y escrita). ¿Cómo se alcanza esto? Pues sin tener ninguna experiencia en la enseñanza de la lengua me atrevo a decir que básicamente con la práctica. ¿Cuánta gramática y cuánta sintaxis hacen falta para tener una buena comprensión lectora y para expresarse correctamente? Pues creo que hay un argumento poderoso para defender que un conocimiento profundo de estos temas quizá no sea del todo imprescindible: Cervantes, o Shakespeare, no escribían del todo mal, y en sus tiempos la gramática y la sintaxis estaban en pañales.
De acuerdo, es una opinión radical, pero quizá ha llegado el momento de tomar posturas radicales, para así coger fuerza y decidirnos de una vez a revisar los currículos de la asignatura de Lengua aligerándolos de muchas cosas que creo que son prescindibles, que entiendo perfectamente que sean el objeto de estudio de los lingüistas académicos, pero que no creo que deban ocupar tantas horas de estudio de nuestra juventud. Eso dejaría tiempo de sobras para trabajar lo que hiciera falta esas tan necesarias comprensión lectora y capacidad de expresion.
Por si algún lector es nuevo en este espacio, y piensa que estoy atacando a una asignatura en concreto (que encima no es la mía), me permito terminar con el recordatorio de que mi opinión sobre el currículo de matemáticas no es tan distinta. Habría que aligerarlo significativamente, eliminando o posponiendo técnicas y contenidos que seguramente sólo interesen a los estudiantes que quieran proseguir estudios científico-técnicos, liberando así el tiempo suficiente para tratar con calma los contenidos básicos. ¿Hasta qué punto esta misma situación se repite en otras asignaturas? Bueno, es posible que bastante, pero personalmente me creo eso del carácter instrumental de la lengua y las matemáticas. Si un alumno termina la enseñanza media con un nivel realmente bueno en estas dos materias, creo que hay pocos estudios universitarios (o cualquier otro tipo de actividad) que no estén completamente a su alcance.