Hace pocos días han tenido lugar las oposiciones para maestros de primaria de la Comunidad de Madrid, y me ha llegado la parte de matemáticas de la controvertida prueba de conocimientos básicos. La podéis ver en este enlace. Lo que más me preocupa es que está claro que asume el enfoque de que saber hacer una cosa a nivel de 6º es suficiente para estar en condiciones de transmitirla. Si comparamos esta prueba con la que hacen los maestros de primaria de Massachussets, de la que hablé en esta entrada, creo que tendremos una buena indicación de uno de los factores que explican la muy diferente evolución de estos dos sistemas educativos en los últimos años (los resultados de Massachussets han mejorado de manera continuada en los últimos años, y en el estudio TIMSS 2011 fue el participante no asiático que obtuvo los mejores resultados en matemáticas).
Sinceramente, me quedo sin palabras. Tú que estás más puesto: ¿alguien puede aprobar la oposición con, digamos, un 5 en esta prueba? ¿hay un mínimo?
No, de momento no conozco el sistema con ese detalle. Está en la lista de tareas pendientes. Lo que dice es que la prueba es «eliminatoria».
Lo más alucinante de este asunto es que, en relación con esta prueba, las protestas no son por su insuficiencia sino porque el gobierno de Madrid se haya atrevido a ponerla. El debate educativo en nuestro país está monopolizado por quienes han conducido la educación a donde ahora está, por eso no resulta fácil ser optimista, máxime si desde las escuelas de formación del profesorado el discurso que se alienta es justamente ese.
Lo sé, pero algunos locos nos hemos puesto a intentar que las cosas cambien … ¿Te unes al grupo?
Por supuesto, de algún modo llevo en él ya bastante tiempo.
Estoy muy de acuerdo con lo que mencionas sobre el enfoque, Pedro. El ejemplo obvio es el ejercicio del sistema sexagesimal. ¿Hasta qué punto saber pasar 6’3 horas a h y m garantiza que lo sabes transmitir a los alumnos? (Estoy pensando,p.ej., en la relación entre el producto y la repetición, la división y el reparto…)
Y hay otra idea que me resulta inquietante: si en la prueba se hubiesen incluido convergencia de series, resolución de ecuaciones en derivadas parciales y módulos semisimples en este país no habría protestado ningún medio de comunicación… Y estarían igual de errados.
Mientras tanto, en el ministerio están valorando cuánto dinero pueden sacar a los centros, diciendo que los profesores nunca han estado mejor que ahora y utilizando solo las medias para comparar distintas poblaciones.
También de acuerdo con tu segundo párrafo: hace años, cuando dominaban los contenidos, no era raro que en las escuelas de magisterio se llegara al cálculo diferencial e integral, cosa que, evidentemente, tampoco aporta nada.
Nos falta experiencia (hablo del sistema, claro) de qué tipo de conocimientos matemáticos necesita un profesor. Por eso me parecen buenas referencias las del examen de Massachussets, donde creo que eso está muy bien conseguido. Me apunto como tarea de verano intentar conseguir información sobre más países.
Opositar por un puesto en la administración pública vale la pena más allá de lo difícil que resulte quedar dentro del selecto grupo de personas que se convertirán en empleados públicos. Ser empleado estatal es la única forma de garantizar estabilidad laboral y un salario digno.
Entiendo perfectamente que en estos tiempos ese sea el punto de vista de un opositor. Yo pensaba más bien en el papel de los poderes públicos, que deberían tratar de seleccionar a los mejores maestros. Al fin y al cabo, los maestros que están empezando ahora serán los encargados de formar a futuros políticos, y todos deseamos que sean mejores que los que tenemos ahora.
Las oposiciones deberían tratar de seleccionar a los mejores, y más vocacionales. Si nos conformamos con los aspirantes que lleguen a la docencia en busca de un puesto fijo, un sueldo digno y unas vacaciones generosas, seguiremos por muy mal camino …