Una minientrada, para recomendar encarecidamente la visión de este vídeo (5 minutos). En él se habla de lo que hacían mal en Singapur enseñando matemáticas hace 40 años. ¿No resulta inquietantemente familiar?
(Quiero dar las gracias a David Ayerra, del colegio Irabia-Izaga, de Pamplona, que no sólo me ha dado a conocer el vídeo sino que lo ha subtitulado).
Si muy muy familiar, desafortunadamente !!
Pues sí 😦 gracias pro el video 🙂
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Me he permitido llevármelo a mi blog, espero que no tengas ningún inconveniente 😉
Por supuesto que no. Mi único objetivo es que esto se conozca.
Fíjate si habrá tenido éxito la entrada, que cuando la iba a compartir en un grupo de Facebook, me encontré que ya la habían compartido 😉 Ahora solo falta que cale el mensaje
Pues gracias por la difusión. Sí, creo que es impactante …
Lo que me pregunto es cómo reaccionará al ver el vídeo un profesor de los de cuentas, recetas y memoria. Si cuestionará el mensaje, o estará de acuerdo, pensando que por supuesto él hace algo completamente distinto. Las posibilidades de la disonancia congnitiva son asombrosas.
Interesante documento, gracias por darlo a conocer. Por desgracia ese tipo de enseñanza anticuada consistente en hacer muchos ejercicios repetitivos, mandar que en casa hagan más (si es posible con ayuda, claro) y pasarse gran parte de las clases corrigiéndolos (en lugar de dedicarse a tareas más reflexivas o creativas) no sólo tiene demasiados adeptos; es que la mayoría de los libros de texto (al menos en secundaria) avalan ese tipo de aprendizaje, y ya se sabe que muchos profesores hacen más o menos lo que marca el libro de texto en lugar de lo que dicen los currículos oficiales. Creo que debería volverse a la revisión y aprobación de los textos, al menos de forma voluntaria; algo así como una «etiqueta de calidad»; eso, o a cuestionarlos seriamente.
Esa es la gran pregunta, en efecto: qué hacer para salir de esta situación. Entiendo la tentación de la aprobación de los libros de texto, pero me parece poco realista en nuestro entorno. ¿Quién la haría? No veo ninguna posibilidad de que se hiciera con mejor criterio que el currículo y que, por ejemplo, obligara a incluir la tabla del 0 y la del 1 en el libro de 1º de Primaria. Por otra parte, si hablamos de secundaria los textos me parecen mejores (o menos malos) que los de primaria, pero creo que en ocasiones es el profesor el que insiste en dejar fuera los contenidos más interesantes, para incidir en la parte más rutinaria y procedimental.
Un solo ejemplo, 1º de bachillerato científico-tecnológico: En el currículo oficial aparece: «Utiliza las propiedades de los logaritmos para resolver ejercicios y problemas asociados a fenómenos físicos, biológicos o económicos. Resuelve ecuaciones exponenciales y logarítmicas.» Consulto varios libros de texto de distintas editoriales. Montones de ecuaciones exponenciales y logarítmicas, la mayoría enrevesadas (¡más de 50 en algún libro!) a las que le veo difícil o nula aplicación no ya en la «vida real» o en la ciencia, sino en las propias matemáticas de este curso (estudio de funciones, etc.) No he encontrado ni un solo problema en el que aparezcan decibelios, pH, o escalas Richter, que es a lo que entiendo se refiere el currículo. Francamente, por cuestionables que sean los contenidos oficiales, son preferibles a la interpretación de ellos que hacen los autores de los libros de texto (que además apenas han cambiado en al menos los últimos 35 años, ya que esas 50 ecuaciones las hice yo cuando estudiaba en los años 80)
Cierto. Hay algunos temas en el que sí ocurre esto, y seguramente el de los logaritmos se lleva el «premio».
Igual me he explicado mal: desde el principio he dicho que mejorar los libros de texto es una de las opciones para salir de donde estamos (y en ello estoy trabajando). Aquí sólo decía que hay ocasiones en que el profesor pasa por alto algunos contenidos interesantes del libro porque no le da tiempo, para poder hacer otras dos páginas de ecuaciones exponenciales, o trigonométricas, o …
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